... y 1000.
Venga va, no vayáis de jovencitos ahora que quién más, quien menos sabe que eso del “Campana y se acabó” se puso de moda con aquel mítico programa, el Un, Dos, Tres, de cuando la televisión en este país se veía en blanco y negro.
Pues bien, que ha llegado el momento de tocar la campana por aquí también. Que todo lo que empieza, se acaba. No hay presiones de nadie (que alguien me ha preguntado), es una decisión totalmente voluntaria que vengo rumiando desde finales del mes de octubre, así que aunque lo tengo más que asimilado no deja de darme algo de pena.
Gran responsabilidad escribir la última entrada, porque será la que quede aquí hasta el final de los tiempos. Y más aún después de la que nos escribió ayer nuestro amigo Mañez, que quedó tan bien que hasta casi me da pena publicar ésta.
Creo que lo mejor será empezar por el principio, es decir, repasando aquella primera entrada del 4 de febrero de 2010:
Arrancando motores:
Me ha costado mucho dar este paso, no tengo facilidad de palabra y mucho menos de plasmar en cinco líneas mis pensamientos, pero creo que es un buen ejercicio de terapia para evitar terminar en un psiquiátrico…
Utilizaré estas líneas como válvula de escape al día a adía, a esas jornadas sinsentido en una Unidad de Recursos Humanos de un centro hospitalario; pero también traeré a este blog todas aquellas noticias que me llamen la atención o provoquen un comentario por mi parte, a veces vinculadas al mundo sanitario y la gestión de sus recursos humano, y otras veces ligadas a la más rabiosa actualidad.
Mil entradas después, creo que lo del psiquiátrico fue de lo más acertado; y es que mira que hemos pasado carros y carretas en estos casi tres años, sobre todo con mi querida FHC.
Nuestra intención fue hacerlo cercano y divertido, más buscando la sonrisa terapéutica hacia nosotros mismos, que hacia los demás; pero con el tiempo, fuisteis llegando todos, al blog y a mi corazón… y hoy es el día que muchos de vosotros ya sois parte muy importante de mi vida.
Nuestra intención fue hacerlo cercano y divertido, más buscando la sonrisa terapéutica hacia nosotros mismos, que hacia los demás; pero con el tiempo, fuisteis llegando todos, al blog y a mi corazón… y hoy es el día que muchos de vosotros ya sois parte muy importante de mi vida.
Y con eso me quedo.
No voy a mencionar a nadie, es imposible hacerlo sin dejarse a alguien, y me dolería mucho que fuera así.
Cerramos el círculo con aquel primer vídeo que publicamos, todo un grito de guerra durante estas 1.000 entradas:
En esta decisión tampoco tienen que ver nada los Mayas. Está claro que no se acabará el mundo el día 21.
Hay que aprender a leer entre líneas, lo que los Mayas querían anunciar es un cambio de era...