Otro de nuestros temas favoritos, el liderazgo.
Quizás si nunca hubiéramos tenido un buen líder, ahora no lo echaríamos de menos, pero el haberlo conocido es la prueba de que el buen líder existe, y por tanto, seguimos confiando en volver a tener otro similar pronto por nuestros lares.
Pero mientras tanto, leemos y aprendemos, y todo lo que nos aporte valor en la construcción de la figura del liderazgo, nos llama sumamente la atención: Potenciar el liderazgo, clave para afrontar con éxito los nuevos retos de la gestión sanitaria.
Los valores, las emociones y el liderazgo, el cual no sólo deben ejercer los responsables de las unidades sino el conjunto de los profesionales sanitarios, son claves de éxito en la gestión clínica, y como tales centraron la III Jornada de Gestión Sanitaria organizada por la Escuela Andaluza de Salud Pública, EASP, con la colaboración de Novartis y celebrada recientemente en Granada.
Creo que con lo que he marcado en negrita ya tengo el post hecho, pero desarrollo la idea.
Liderazgo compartido, claro que sí. No podemos dejar algo tan crucial en manos de unas pocas personas, máxime si esas personas puede que no estén por la labor del liderazgo emocional, del desarrollo de los valores fundamentales en la gestión clínica.
Porque como decía hace unos días a modo de comentario en Elogio de la duda del amigo @rogufe: "muchas veces es el líder quién se resiste a que el cambio sea propiciado por el personal, por miedo a que le quiten la silla, por mezquindad de cómo no se me habrá ocurrido a mí primero... porque hay jefes que no merecen llamarse líderes, y porque hay líderes que nunca llegarán a ser jefes, jajaja..."
Además, y eso es garantía de éxito, el amigo @joancmarch anda metido en el lío y matiza en el artículo que hoy nos ocupa que "El liderazgo debe, en primer lugar, promover unos valores y principios conocidos, y junto a esto, debe comunicar e informar bien. Contagiar emoción a los equipos, lo que implica ser optimista, positivo, buscar aquellos elementos que faciliten sinergias para obtener mejores resultados".
En definitiva, tres pilares fundamentales que deberían ir siempre de la mano: liderazgo, emociones y optimismo... quién necesita más?
1 comentario:
Creo que esos sin los ingredientes perfectos, pero lo malo es que para muchos eso de contagiar emoción a los equipos no va con ellos... :(
Un abrazo!
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