lunes, 5 de abril de 2010

Una de dragones.

Con la excusa de llevar a mi hijo de cuatro años al cine, he decidido que sería una buena oportunidad ver Como entrenar a tu dragón, en 3D, así yo me pongo al día en esto de las nuevas tecnologías (primera peli en 3D que veo), y él, todo lo que tenga luchas y dragones, miel sobre ojuelas.


Han sido varias las ocasiones en las que nos hemos hecho eco de cómo otros utilizaban películas para ilustrar enseñanzas sobre gestión laboral y de recursos humanos. Hoy quiero ser yo quien juegue a esto, y dijo bien, jugar, porque no tengo mayores pretensiones que esas. Intentaré no desvelar ningún secreto de la trama, por si alguien tiene pensado ir a verla, eso que en inglés llaman ser un spoiler:
  • Liderazgo: tenemos dos caras del liderazgo; la del padre, un liderazgo basado en la autoridad ganada batalla tras batalla, un liderazgo más tradicional del aquí mando yo y el resto sigue mis ordenes sin discutirlas; y la del hijo, un liderazgo que se va a ir ganando poco a poco basado en la inteligencia y en el saber aplicar a cada problema la solución más adecuada, basado en la innovación y en no llevarse por tradiciones ya obsoletas.
  • Innovación: según avanza la película descubrimos que el pequeño vikingo protagonista (Hipo) se resiste a ser lo que por tradición debe ser, se resiste a tener su destino marcado sólo por ser hijo de su padre, y lejos de ser un bruto sin sentido, el quiere demostrar que se pueden hacer las cosas de otra manera, que se pueden afrontar los viejos problemas de siempre con nuevas herramientas (no sé si serán herramientas LEAN u otras distintas) pero si las herramientas tradicionales no resuelven el problema, merece la pena intentar algo distinto.
  • Trabajo en equipo: nos enseñan a trabajar en equipo, que cada cual tiene una habilidad que le hace ser especial y que uniendo las fuerzas, se puede afrontar cualquier situación.
Podríamos darle incluso otra vuelta de tuerca y hablar de inteligencia emocional y conceptos como la empatia, de por qué nuestro enemigo es nuestro enemigo, y que si hacemos un esfuerzo por entender sus motivos, tal vez podamos afrontar las situaciones de otra manera, quién sabe, quizás te lleve a descubrir que no tiene nada contra ti pero que las circunstancias le llevan a dónde están y a hacer lo que hace.

Y aunque estemos ante el visionado de una película infantil, el poder enfocar con otra mirada (tal vez haya sido el efecto de las gafas 3D) nos lleva a reflexionar sobre éstas y otras muchas cosas. Yo he visto las que acabo de mencionar, pero desde aquí os animo a que hagáis un ejercicio similar, con ésta o con cualquier otra película.

De todos modos, si lo único que buscas es un rato de diversión y aventuras en familia, la cinta los cubre con creces: 100% divertida y entretenida. Esto no sólo lo digo yo, de otra manera, mi monstruito de 4 años no hubiera aguantado toda la pelicula sin pestañear.

Por cieto, para los que también se fijen en estas cosas, la banda sonora, de John Powel, impresionante. Os dejo como muestra un botón:

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