Cuéntame un cuento.

Lo que nos faltaba, y más a todos los padres que tenemos hijos en edad de contarles cuentos.

A ver cómo le explico yo al mío que Blancanieves y Cenicienta han sido acusadas de sexistas. Para empezar, porque con los cuatro años que acaba de cumplir, ya está en otro tipo de guerras: que si Spiderman, que si Bakugan, que si La Liga de la Justicia... por cierto, en esta última luchan por igual hombres y mujeres, así que éste último no debe ser sexista para la Ministra, ya que luchan por igual los miembros y las miembras de la banda...

A lo que voy, resulta que el Ministerio de Igualdad de Bibiana Aído pretende acabar con la lectura en los colegios de cuentos clásicos como Blancanieves, la Cenicienta o la Bella Durmiente porque los considera sexistas, es decir, para que me aclare un poco más, pretenden acabar con la lectura de este tipo de libros en las escuelas porque, a su juicio, fomentan el sexismo ya desde edades tempranas.

Las princesas románticas que necesitan ser salvadas un valiente príncipe azul, o las que limpian la casa de los enanitos fomentan, a su juicio, el sexismo ya desde la escuela. El debate está servido entre los libreros y también en la calle que prefieren que las historias de siempre no se aparquen pero se explique al pequeño las diferencias con la realidad actual.
 
Ahí está la clave, si esta señora no sabe diferenciar que aquellos cuentos fueron escritos en una época concreta, y la reflejan como era en aquel entonces, debe ser que a ella o no le contarón cuentos de pequeña, o no se da cuenta de que el cuento ya ha cambiado, y que las mujeres que en éstos nuevos se reflejan ya no tienen nada que ver con la timorata de Blancanieves o la soñadora Cenicienta.
 
Déjenos a los padres educar a nuestros hijos... cómo si no hubiera problemas más gordos en este país como para que nuestros políticos pierdan el tiempo con estas tonterias.