viernes, 18 de mayo de 2012

Yo no quiero ser un zombie laboral.

Tiempos difíciles, pero no vengo a quejarme.

Sólo quiero que entre todos impidáis que me convierta en un zombie laboral, me daría pavor de repente mirarme en el espejo y darme cuenta que me he convertido en uno de ellos. Es cómo si de repente el niño de El Sexto Sentido dijera aquello de "en ocasiones veo muertos" y me estuviera mirando a mí.

Estas reflexiones vienen al hilo de este artículo: Claves para detectar al empleado desmotivado.
A veces, se mezclan entre la multitud. Parece que son los mismos de antes, pero no. Algo ha cambiado en ellos. Son los empleados desmotivados. Aquellos que no se han sentido valorados ni reconocidos lo suficiente. Continúan con su labor, obviamente, pero ya no es lo mismo. Este tipo de trabajadores en los que la motivación cae por momentos, pueden causar un gran problema a la larga, comenzando porque, cuando vengan tiempos mejores, abandonarán la empresa y ésta perderá a sus mejores empleados.
Algunas claves que plantean en el mencionado artículo y que empiezo a detectar preocupantemente en mi día a día:

Dice a todo que sí, no plantea dudas ni inquietudes: Acata las órdenes sin proponer nuevas vías de realizar las tareas, sin destacar nuevos modos que harían que el trabajo se hiciera de forma más eficiente. Hace mucho que me cansé de proponer y de que me dieran la callada por respuesta.

No se motiva ante los nuevos proyectos, los lleva a cabo sin más: Bueno, en mi caso, hace mucho que no hay nuevos proyectos, y eso es lo que más me desmotiva.

Su productividad baja levemente, casi sin notarse: Se mueven pero no avanzan. Parecen haber olvidado que, tiempo atrás, eran el motor del departamento o de la empresa.

Siempre presente, pero ausente emocionalmente: El absentismo no es un problema con este tipo de empleados. Nunca faltan. Sin embargo, si que “falta” su compromiso con la empresa. Están, pero sin estar emocionalmente. Es lo que se ha venido a llamar el absentismo emocional.

Gracias a Dios en tiempos de crisis, me agarro al clavo ardiendo de la calidad, con mis auditorias internas y mis evaluaciones EFQM... menos da una piedra.


3 comentarios:

Juanjocesc dijo...

Genial el simil con el Zombie. Ilustrativo, muy ilustrativo. Espero que este post sea leído por muchos "crea-zombies" empresarios.
Gran post. Un saludo
Juanjo desde El mercado de la incertidumbre

Teresa Muñoz Migueláñez dijo...

Wapo! seguro que nunca te conviertes en un zombie laboral, ya lo verás! Un besote enorme

Pilar dijo...

Pues durante una parte del post he pensado que ya era una de ellos, y me he acongojado un poco pero, por suerte, todavía no! Todavía no cumplo, ni por asomo, eso de "Dice a todo que sí, no plantea dudas ni inquietudes" Aún hay esperanza para mí, jajajaja.

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