Viernes, por fin, permitamosnos una pequeña licencia entre tanto RRHH, calidad y liderazgos varios.
Ayer no hablamos de la mujer, pero no fue despiste, es que no creo que haya que tener un día especial para darle las gracias a la mujer. Yo tengo madre, hermana, mujer e hija... y sé que son indispensables en mi vida, no necesito que llegue el 8 de marzo para pensar en ellas.
Además yo hablo de lo que quiero cuando yo quiero, y hoy, 9 de marzo, un día después, será cuando hablemos de la mujer y del hombre y viceversa... algo que @raquelejerique ha venido a llamar mujembre: ¿Eres hombre, mujer o mujembre?
En algunas de las guarderías más pijas y revolucionarias de Estocolmo los profesores ya no se dirigen a los niños usando el género masculino o femenino. Ahora usan una palabra neutra, una especie de ”ello”, para dirigirse a todos (con perdón por lo de todos) por igual. Con esta estrambótica idea pretenden que cada “sujeto” o “sujeta” o “sujet” desarrolle sus características personales sin estar predeterminado por el lenguaje ni el prejuicio. Que no pertenezca a un grupo, ni siquiera gramatical.¿Pero estamos tontos o estamos tontos? ¿Es que todavía estamos en aquello de lo que no se dice no existe?
Como padre de dos hijos, niño y niña (tuve suerte y pille parejita a la primera) no quiero que les eduquen en la indeterminación, quiero que sepan que existen hombres, mujeres y viceversa, quiero que les eduquen (y en casa primero para que cunda el ejemplo) que tanto ellos como ellas tienen las mismas capacidades, las mismas obligaciones, los mismos deberes, las mismas oportunidades...
Quiero que sepan que cada uno es como es, independientemente de que mee sentado o mee de pie.
Llamemosle a cada cosa por su nombre, eduquemos en la libertad y que sean ellos quienes terminen de construir un mundo de igualdades, que a nosotros nos va a costar remontar siglos y siglos de desventajas.
Y es que al final, somos los que somos... Pedro Guerra – Somos
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