martes, 26 de octubre de 2010

Un quinto.

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, nos encontramos ni más ni menos que con 19 acepciones para el término "quinto". Algunas bastante obsoletas, por cierto, ya que hacen referencia a un sistema ya extinto de servicio militar obligatorio que regía en España hace ya unos cuantos años. Pero hoy no quiero hablaros de la mili.

Para nuestros amigos y seguidores de las rubias fresquitas, quinto es más conocido en su acepción número 7 del citado diccionario, "medida de líquidos que contiene la quinta parte de un litro", o más conocido como "un botellín". Pero hoy tampoco quiero hablaros de cerveza.

De lo que quiero hablaros, tiene más relación con la acepción nº 2, y es que parece ser que nos enamoramos en un quinto de segundo. Toma ya! Ahí queda eso, ¿y quien estaba ahí para marcar el cronómetro? ¿Cómo podemos pasar toda la vida sin enterarnos de que estamos enamorados mientras hay otros que lo tienen tan claro que pueden llegar a medirlo?
"La investigación, que aparece publicada en la revista Journal of Sexual Medicine, puede ayudarnos a entender por qué perdemos la cabeza por alguien que no nos conviene, que es un desastre o que incluso puede perjudicarnos. ¡No tenemos tiempo para pensar!"
Pues eso, ándate con cuidado. Si cuando miras a un guapo varón o a una guapísima señorita y de repente notas que en tu cerebro se desata una actividad frenética, no te eches las manos a la cabeza, no se te ha caído una maceta en la cabeza... se debe a que cuando una persona se enamora, doce-áreas-doce del cerebro trabajan conjuntamente para liberar los productos químicos que inducen a la euforia, como la dopamina, la oxitocina y la adrenalina.

Y como no podía ser de otra forma, hoy el tema musical corre a cargo de La Quinta Estación, jajaja...



Sigo dándole vueltas a las doce-áreas-doce del cerebro: ¿y yo que pensaba que era mononeuronal?

6 comentarios:

Juana dijo...

Yo es que solo tengo una neurona y aveces se va por ahí de paseo jajajajaja por eso estoy tan "colgada"

Unknown dijo...

Buenos días, Juana, yo cada vez que tengo un pensamiento, se produce eco en mi vacío cerebro... eso sí, no sé si en el área 12 o en la 3, jajaja...

angelitapapafrita dijo...

Juájuájuájuá...¿se quedaron sin temas los de "Journal of Sexual Medicine"?. lo publicaron en agosto, seguro... .

El enamoramiento es esa sensación de ¡¡¡YUUJUUJUUI!!!, todo parece bonito, las mariposillas barrigueras y ese "no sé qué que qué se yo", es pura química. A veces vendría mejor el macetazo en el coco que ese pobre cerebro con sus "doce áreas doce" trabajando a tutiplén y liberando "dojas"...¡¡¡Pobres criaturas enamoradizas!!!.
Conclusión: "El AMOR es altamente ADICTIVO" o lo que es lo mismo "MOZAAA, COMO SE TE ESCAPEN LES BORREGUS...¡¡¡SUBO Y TE JÓO!!!" (dicho en altoextremeño).
Besitos (sin enamoramiento, castos y puros) para Iñakillo y Juana.

Unknown dijo...

Ay, Angelita, tú sabras cuánto te tardo el corazón en hacerte tilín aquel día de playa y de hogueras de san juan que tan bien contaba el enfermero9 en Al sur del Sur, jajaja...

Por aquí, estos navarricos suelen decir: "María, como se escapen las cabras, subo y te jodo", a lo que contesta María: ojala se escapen todas, pa'que subas y me jodas..."

Más besitos puros y castos para ti y para Juana.

Berni dijo...

¿Doce-áreas-doce sólo? No sé cuántas circunvoluciones cerebrales quedarán sanas. A mí se me pone toda la cabeza del revés jajajajaja!
Besos puros y castos para todos, ya que os ponéis tan rigurosos... :D

Unknown dijo...

Hola Berni "con acento francés", esto se está poniendo un poco aburrido con tanto beso puro y casto, vamos de esos que nos daban las monjitas en la frente, jajaja...

Viva la revolución sexual, besos con lengua para todos, jajaja...

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