San Orgasmo de Loyola.

Aquí me tenéis otra vez liado escribiendo una entradita subidita de tono, esta vez, a petición de mi amiga "malos pelos" @MsConcu, que va lanzando tweets como éste y uno que se pica a la primera, pues hala, en esto hemos acabado.

Y es que resulta que el pasado sábado, 31 de julio, lo que para mí era la celebración de mi santo, San Ignacio de Loyola, resulta que desde hace seis años es el día del orgasmo femenino. Y yo sin enterarme, jajaja...

Claro, que algunos (que no algunas) pensaréis, y a ti que más te da...

Craso error: nosotros debemos darle tanta importancia, o más si cabe, al orgasmo femenino que al nuestro propio. Si inicias una relación, llámalo hacer el amor o echar un polvo, o cualquier estado intermedio, si sólo nos preocupamos de nosotros mismos, flaco favor le estaremos haciendo a nuestra compañera de cama en ese momento.

Ojo, que tampoco quiero ser antiguo... ninguna mujer necesita de un hombre para llegar al orgasmo. Son muchos los recursos de los que hoy en día disponen ellas, desde su propio dedito hasta los más sofisticados aparatos vibratorios.

Así que aquí estamos, en parte por culpa de un domingo aburrido en el que recurres a cualquier tweet que pasa para entretenerte un poco, y en parte, por culpa del concejal del pueblo brasileño de Esperantina, Arimateio Dantas, que "preocupado en compensar a su esposa por algunas deudas sexuales que tenía, decidió proponer al consejo de su ciudad crear el día dedicado a estimular el placer femenino en su máxima expresión."

A partir de ahora, en años venideros, cuando se acerque el día de mi santo, ya no será sólo eso, será como no, San Orgasmo de Loyola. Os dejo con "Sé feliz... es gratis" de Rosana: más como consejo a seguir a diario que como tema musical.



Por cierto, que mi amiga "malos pelos" ya se ha peinado, y vuelve a ser una de las caras bonitas de mi Time Line: para ti va este post.