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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Pon un quejica en tu vida.

Con la que está cayendo lo más fácil es la pataleta y el estarse todo el día quejando.

Os seré sincero, yo también tuve una época de esas, en que todo lo ves gris, todo parece que lo hacen a posta, todo está guionizado para amargarte la existencia... hasta que algo te hace click en la cabeza, cambias el chip y empiezas a verlo todo de color rosa, que digo rosa, de color verde, como dice el amigo Manuel en su entrada de ayer.

Pero como todo en esta vida, con un poco de moderación, es bueno quejarse, y si estás listo, hasta lo puedes utilizar en beneficio propio.

La invasión quejicas:

La queja es un mecanismo de desahogo que, en su vertiente más positiva se puede convertir en un aviso para expresar un malestar. Pero, si no quiere convertirse en el típico quejica que lleva al traste el trabajo en equipo, recurra a la coherencia en sus planteamientos y ofrezca soluciones como la mejor herramienta para conseguir sus objetivos.
¿Cómo gestionar correctamente una queja? ¿Eres de los que no permites que nadie se queje porque es cómo si te estuvieran achacando un fracaso? ¿Eres cómo algun@s que yo me sé que dejan de hablarte durante semanas porque has osado a expresar tu opinión?

Pues no hay nada mejor cómo una queja bien entendida, bien asimilada, y bien gestionada. Y termino el post de la misma manera que ellos terminan el artículo:

Por lo tanto, no desprecie una queja y, sobre todo, no infravalore el papel de un quejica: puede ser un portavoz del estado de ánimo de la plantilla. Aproveche ese potencial y gestiónelo a su favor.



3 comentarios:

  1. No pondria nunca un quejica en mi vida...suelen venir solos y me cuesta muchooo aguantarlos amigo...se me acercan como plagas...para calentarme y que sea yo la que tenga q dar la cara...prefiero a los q aportan quejas junto con sus soluciones...asi que tendre que empezar a gestonar mejor esas quejas y sacarles el lado positivo como tu bien dices.

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  2. No pondria nunca un quejica en mi vida...suelen venir solos y me cuesta muchooo aguantarlos amigo...se me acercan como plagas...para calentarme y que sea yo la que tenga q dar la cara...prefiero a los q aportan quejas junto con sus soluciones...asi que tendre que empezar a gestonar mejor esas quejas y sacarles el lado positivo como tu bien dices.

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  3. Yo soy un quejica de primera categoría por dos razones:

    la primera, eminentemente social, a todos nos gusta quejarnos de la coyuntura y suele ser un buen tema para iniciar una conversación.

    La segunda, mucho más relevante (sobre todo en el día de hoy), considero que la queja es un pequeño pasito en una gran odisea hacia el cambio. Quejarnos es no sólo darnos cuenta de que algo va mal, si no de verbalizar y describir esta situación. Son dos etapas fundamentales para poder progresar e innovar con cabeza.


    Así que nunca dejemos de quejarnos, nos hace humanos :)

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