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martes, 30 de octubre de 2012

Que no, cojones, que NO!

Hemos hablado ya en otras ocasiones de la importancia de saber decir NO!

Pero ahora no vamos a hacerlo analizando nuestra posición y nuestra facilidad y/o terror a no saber decir que no, sino que vamos a analizar este artículo en el que se pone en cuestión la importancia de que un jefe sepa decir NO.

Cuando el jefe no sabe decir ‘no’:

Amiguismo, miedo a no ser aceptado, dependencia social, no saber imponerse… Varias son las razones por las que un superior accede a todo y sólo sabe contestar ‘sí’. Esta actitud puede ser dañina porque deriva en una comunicación sumisa, más carga de trabajo para el equipo e incluso niveles de estrés en el directivo. Un ‘no’ a tiempo evita esfuerzos innecesarios.

Ahí precisamente está la clave, en que un NO a tiempo evita esfuerzos innecesarios, o dicho de otro modo, un NO a tiempo y bien clarito, evitará problemas en el futuro. A mí me enseñaron que las soluciones de hoy son los problemas de mañana, y más en estos casos, en los que por evitar un enfrentamiento, o por pura desidia, terminamos diciendo que sí a todo.

Me gusta como terminan el artículo en cuestión, ya que nos ofrecen tres tipo de ‘noes’ correctos para la organización, y que el jefe que no sepa negarse a algo deberá empezar a practicar.

No de gala: Es una negativa postergadora, no es rotunda. Equivale a “ahora no, pero más adelante sí, no lo descarto”. 
No de situación: Esta contestación no deja la puerta la abierta a otro momento. Se dice NO porque no encaja. Debe estar bien contextualizado y justificado para que el equipo comprenda y acepte la situación. 
No instructivo: El superior utiliza este NO para ayudar al colaborador a hacer bien su trabajo, a corregir errores. Equivale al “así no, mejor de esta forma”.

Una canción para que vayas practicando... Amy Winehouse – Rehab:




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