Los que tenéis mi edad sabréis como continuar el título de hoy, aquel anuncio de colonias marcó una época. Si no sabes de qué estoy hablando, da igual, es que eres mucho más joven que nosotros.
No son tiempos de bonanza en los que tengamos muchas incorporaciones a nuestros lugares de trabajo, pero tenemos que estar preparados para ello. Me refiero a ese momento en que una persona nueva entra a trabajar con nosotros.
Cómo se gestiona la llegada de un empleado novato a la oficina:
Ante la incorporación de un nuevo profesional en la empresa el objetivo es muy claro: que la persona dé lo mejor de sí misma y contribuya al crecimiento de la firma. La cuestión es ¿cuándo empieza a aportar valor? Para que sea lo más rápido y mejor posible la solución es un plan de acogida.
En algunas empresas tiene un documento, ya sea en papel o ya sea en CD o colgado en un servidor interno, que se hace llegar al recién llegado. Un tocho, en algunas ocasiones infumable, donde se aunan sin ningún sentido ni criterio políticas de RRHH, políticas de medioambiente, las conocidas y consabidas MMV (misión-visión-valores), y si me apuras, hasta los planos de la empresa.
¿Dónde acaba este documento? Si ha sido entregado en formato físico (papel o CD) en un 99% de los casos terminará en la basura, si es formato electrónico, tendrá menos visitas que la Parroquia de Borja antes de que pasara lo del Ecce Homo.
Esta claro que esa no es la solución. Volviendo al artículo...
Entre muchos otros puntos, un programa de acogida debe incluir los factores por los que la firma se diferencia de la competencia, quiénes son los clientes o usuarios y quiénes son las personas que trabajan en la empresa. David Comí, socio director de Incrementis, destaca además que “es importante visitar los distintos departamentos, conocer a los directivos y realizar cada tres meses reuniones de seguimiento y evaluación”.
No sigo, llegados a este punto muchos de los amigos sanitarios que nos leéis a diario ya estaréis muertos de la risa. Si lo justo que os dicen muchas veces es dónde esta la lavandería para coger el uniforme y poco más, y si no, me remito al último post de un buen amigo de la casa.
Y una vez hecha la reflexión, ahora dinos, ¿Cómo te recibieron en tu último puesto de trabajo? ¿Cómo has recibido tú a tu último compañero?
Los sanitarios estamos cada día más quemados con el tema... Y para muestra, un botón: http://elpalote.wordpress.com/2012/07/24/con-l-de-enfermera
ResponderEliminarGracias Miguel, leeré el palote de Souhel, seguro que es muy interesante... Pero los sanitarios y los no sanitarios también :-)
EliminarAfortunados aquellos que, al menos, reciben el tocho del que hablas... En la mayoría, y el mío no iba a ser menos, lo más que te dan es una hoja de papel llena de MTN´s y las abreviaturas de los servicios donde vas... y al toro!!!
ResponderEliminarY a la mayoría, lo que se le queda es la cara del Ecce Homo jejeje
Uys, nuestro tocho creo que no le sirve a nadie para nada, bueno sí, a @josito84 le viene de cine para sujetar el flexo del escritorio, jajaja...
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