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miércoles, 2 de mayo de 2012

Con L de #Liderazgo: tira a mamá del tren.

Curiosa noticia la que nos hemos encontrado hoy por nuestro TL, y que nos sirve de excusa para enfocar estas cosas del #Liderazgo desde una óptica más desenfadada.

Yo he tenido la suerte (o no) de trabajar en negocios familiares, principalmente en el mundo de la hostelería, a veces a las ordenes de mis hermanos mayores, a veces a las ordenes de mi hermana pequeña... incluso hace muchos muchos años a las ordenes de los que serían mis suegros pero luego no lo fueron, aunque no tuvo nada que ver esto de trabajar para ellos.

Y ahora va y resulta que no es la cosa tan sencilla y es importante saber Cómo actuar cuando tu jefe es tu padre:
Acudir todos los días a la oficina y lidiar con el carácter y saber hacer del jefe no es siempre fácil. Si a esto le añadimos lazos de sangre entre superior y subordinado la cosa se puede complicar más. De este modo, y porque no es lo mismo “trabajar con” que “trabajar para” un padre, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones.
En el artículo en cuestión se describen una serie de recomendaciones para aquellos que se planteen comenzar esta relación profesional. Desde el punto de poner por escrito qué es lo que cada uno espera del otro y de la empresa; hasta el extremo de recomendar haber trabajado entre tres y seis años en otras organizaciones.

Pero yo voy a ir un poquito más allá, porque si trabajar con tu padre entraña sus riesgos, más peligroso sería trabajar con alguien que tratara a sus empleados como si fueran sus hijos pequeños y los tratara como tal... o peor #yhastaaquípuedoleer.



Si estás en esta situación, no se me viene nada mejor a la cabeza que aquel título de película: Tira a mamá del tren.

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