Ya sé que últimamente el clima está revuelto por este hospital de cuyo nombre no "puedo" acordarme; decisiones incomprensibles que afectan a trabajadores, decisiones a desmano que afectan a la faceta bloguera de un servidor; decisiones que no se mantienen en el tiempo y que donde un día dicen "blanco" al día siguiente dicen "negro"...
Pero insospechadamente, es precisamente en estos días cuando estamos desplegando nuestro lado más amable, nuestro lado más generoso. Puede que haya gente que no lo entienda, pero yo necesito sentirme bien interiormente, y si podemos estar bien, ¿por qué nos vamos a empeñar en estar mal?
Si nos pasáramos todo el día enfadados, todo el día de mal humor, todo el día a la defensiva, seguirían ganando ellos, y como dijo la tonadillera... "Dientes, dientes... que es lo que les jode", jajaja...
Y más si cabe apoyándonos en esta noticia: Sea amable, y vivirá más (y mejor).
Barbara Fredickson, directora del Laboratorio de Emociones Positivas y Psicofisiología de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), puso de manifiesto hace unos años que han sido precisamente las emociones positivas una de las claves en nuestra supervivencia, porque nos ayudaron a desplegar capacidades físicas, psicológicas y sociales. Gracias a ellas hemos desarrollado, junto a las inteligencias Analítica y Emocional, la Inteligencia Ética (IE). Un alto coeficiente de IE nos predispone a hacer el bien, a ser amables con los demás, a resolver más y mejor los problemas, a ser sinceros sin herir, a liberarnos del sentimiento de culpa y a saber decir no.
No dejéis de leer el artículo entero, pero yo, por abreviar me voy a quedar con esta otra frase: “La auténtica amabilidad es un rasgo de fortaleza y no debe confundirse con la sumisión o el deseo de complacer en contra de nuestros deseos o intereses, o incluso de nuestro propio bienestar”.
Y hablando de emociones, no podía faltar uno de nuestros clásicos, y en ésto, seguro que el amigo @abreaun también nos da la razón, jajaja... Jarabe de Palo – Emociones
EStoy totalmente de acuerdo. Sin embargo, hay mucha gente que cree que porque eres amable eres sumiso. y no tiene nada que ver.
ResponderEliminarAdemás, si tratas de ser más feliz haces felices a los que te rodean. Se liberan endorfinas y todo es paz y buen rollo. Lamentablemente hay quienes consideran esto una debilidad y prefieren estar encabronados con la vida.
Totalmente de acuerdo, luego leo el artículo entero que por lo que cuentas tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarPd: iré a spam??? Ufff! Que disgusto tengo. :(
un abrazo
Hola guapísimas, que bueno teneros por aquí, jajaja... Disfrutemos la vida con alegría, que son dos días, y el que quiera vivir quemado, pues que se queme.
ResponderEliminarY Tere, de spam nada de nada, comentarista de calidad, jajaja...
¿Y has escuchado alguna vez a Emilio Duró y su Coeficiente de entusiasmo? Puedes encontrarle en Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=zK4sB_rWhF8
ResponderEliminarTampoco tiene desperdicio.
Hace poco estuve en un congreso y una doctora en psicología "Idoia Romo" nos hablaba de las emociones y del manejo de las situaciones críticas.
En conclusión y para no extenderme, que se machaca a la gente con alto nivel competitivo, profesional, técnicamente buenos y bajos niveles sociales. Pero como profesionales sanitarios que somos, en nuestra práctica y en nuestra vida diaria, no debemos dejarnos influir por el entorno y seguir adelante con entusiasmo y alegría rodeándonos precisamente de gente con la misma vitalidad positiva. Lo contrario es automachacarse.
Felicidades por la entrada, el blog y por todo lo que aportas.
Después de un #taitechu en toda regla voy a volver a comentar, porque tu lo vales.
ResponderEliminarQue decía yo que, además de todo lo bueno para la mente que tiene es ser positivo yo le encuentro más ventajas.
Si eres una persona Optimista, alegre, positiva... seguramente se te acerquen personas similares a ti. Tendrás ese buen rollo a tu alrededor. Yo huyo de los malasangre. Esa gente oscura, pesimista, huraña... Uff! Acaban por juntarse con gente como ella, porque lis demás son incapaces de soportar ese talante.
Si además te quieren jo*er, pues lo que tu has dicho: dientes, dientes jajaja.
Por cierto, gracias por hacer caso a tus lectores y cambiar los títulos de los post cuando hay aclamación popular.
Saludos, y dientes!
Madre mía, Sonia, pedazo vídeo de casi dos horas... prometo verlo, pero a trocitos, jajaja...
ResponderEliminarY veo que tanto Sonia y Esther coinciden en lo mismo: hay que saber rodearse de gente que te aporte energía positiva, el resto, los que no, cuanto más lejos mejor.
Esther, cómo no voy a hacer caso a mis lectores, al fin y al cabo, todo os lo debo a vosotros.
Sonríe como siempre, sigue sonriendo por favor. Tu sonrisa (hasta tu "jajaja" que leemos) es genial, y sonriendo eres tú.
ResponderEliminarY a los que no sonríen decirles que más triste que una sonrisa triste es la tristeza de no haber sonreído nunca.
Un beso.
Hay gente que está fatal, por tanto, lo único que quiere ver es fatalidades .... otros solo "son" cuando "son contra" .... los seres humanos que tenemos una riqueza .... en mala leche también ....
ResponderEliminarAprendí que lo mas revolucionario es estar contento y ser feliz ¿por qué creéis que hay tanta gente que les molesta el "buenrolling"? porque a los inquisidores siempre les molesto la risa, el baile, la fiesta y ni te cuento las carcajadas ....
Pilidorita, muchas gracias, seguiré sonriendo, no te quepa duda, entre todas y todos es mucho más fácil!
ResponderEliminarJuana, incansable en tus comentarios desde el primer día que abrimos el chiringuito, jajaja... seamos revolucionarios, claro que sí!
Ains!!! Menos mal que ya no soy spam en tu blog!!! Qué iba a hacer yo sin poder comentarte?!!!! Ná!!!! :P
ResponderEliminarPero como vas a ser tú spam, jajaja... aunque como sigas así, te voy a llamar Grecia, porque ya es la segunda vez que te rescato de la carpeta de spam, jajaja...
ResponderEliminarNo tendrás una prima con riesgo por ahí, no?
jajaja... no dejes de comentarme, que te rescataré todas las veces que haga falta!
Me encanta esa actitud. Ya sabes que he pasado por momentos horribles en el trabajo y valoro, quizás demasiado, que esas horas que pasamos (muchas) en nuestras tareas sean lo más agradable posible. No se trata de ser amig@s para siempre, ni de irnos de copas, o no necesariamente, pero creo que ser amable, dar las gracias o disculparse si hay alguna situación tensa, es lo mínimo para una convivencia laboral. Si, además, hay sonrisas, mejor que mejor... Esto no significa, en ningún caso, ni debilidad ni claudicación... Creo que es inteligencia y, por lo que has escrito hoy, ya es cuestión de supervivencia. En algunos casos, esa sonrisa puede esconder tensión o que la profesión vaya por dentro, por eso la clave está en realmente relativizar.
ResponderEliminarJo... pues no he hecho nada así que mucho me temo que iré directa al spam... :(((((((((
ResponderEliminarSnif, snif!
Procesión, era procesión, que a estas horas no doy de mi! Lo siento :)
ResponderEliminarLo sé, guapísima Taite, me acuerdo muchas veces de aquella conversación que mantuvimos en Atocha, y procuro relativizar, claro que hay días que es más fácil que otros.
ResponderEliminarMuchas gracias por hacer un huequito en tu estresada agenda para pasar un ratico por aquí, se agradece, de verdad!
Visto, lo visto y, como hay confianza, vuelvo a comentar por comentar de otra manera a ver si no voy directa a tu bandeja de spam!!!! ufffff! Qué cabreo tengo con Blogger, google, gmail... argggggggggggggggggggggggggggggggggg!!!!!
ResponderEliminarTere
Ahora? Ufffff!!!! Lo siento iñaki!!!! ;(
ResponderEliminarestoy contigo Yñaki, creo que nadie puede venir a amargarnos la vida, así como así, además la sonrisa se vuelve un arma contra toda persona que quiere hacerte daño. Creo que si consiguen con su mal hacer cambiarte ese ánimo, son ellos los que sonreirían burlonamente.
ResponderEliminarun saludo