Ian McEwan, nacido en 1948, es uno de los miembros más destacados de su muy brillante generación. En Anagrama se han publicado sus dos libros de relatos, Primer amor, últimos ritos (Premio Somerset Maugham) y Entre las sábanas, así como las novelas El placer del viajero, Niños en el tiempo (Premio Whitbread y Premio Fémina), El inocente, Los perros negros, Amor perdurable, Amsterdam (Premio Booker), Expiación (que ha obtenido, entre otros premios, el WH Smith Literary Award, el People’s Booker y el Commonwealth Eurasia), Sábado, En las nubes y En Chesil Beach.
Sobre la obra:
Tienen poco más de veinte años y se conocieron en una manifestación en contra de las armas nucleares. Florence es una chica de clase media alta. Edward, en cambio, pertenece a una familia que vive en la zona baja de la clase media. Ambos son inocentes, y vírgenes, y tras un largo cortejo se han casado. Es un día de julio de 1962, y el tsunami de la revolución sexual no ha llegado a Inglaterra. Edward y Florence van a pasar su noche de bodas en un hotel junto a Chesil Beach. Y lo que sucede esa noche es la materia con que McEwan construye su chejoviano, terrible mapa de una relación, del amor, del sexo, y también de una época, y de sus discursos y sus silencios.
Nuestros comentarios:
Comencé la lectura de este libro con ganas pero tras un inicio interesante, de repente dejó de engancharme la historia. Demasiados detalles que no venían a cuento, demasiados viajes al pasado para no llegar a ninguna conclusión... hasta que, a mitad del libro, y como en un chispazo mágico, de repente me vino la inspiración divina, y comprendí, que si esa era la clave, nos encontramos ante una genialidad de autor.
Esta es mi teoría. Los protagonistas, ante su noche de bodas, tremendamente inexpertos, tremendamente respetuosos el uno con el otro, con ganas de entregarse pero a su vez con mucho miedo de llegar al punto álgido de la consumación... precisamente lo que hace el autor con la historia, quiere contárnosla, pero despacio, muy despacio... para no asustarnos y que no nos echemos atrás.
Al igual que Florence busca cualquier subterfugio para retrasar el mayor tiempo posible el momento de la penetración, el autor, Ian McEwan, intenta retrasar con esas idas y venidas en el tiempo, el desenlace de la historia.
"Entre Edward y Florence, nada había sido apresurado. Los avances importantes, los permisos tácitamente otorgados para ampliar lo que se consentía ver o acariciar, fueron una conquista gradual. El día de octubre en que él vio por primera vez sus pechos desnudos precedió con mucha antelación al día en que pudo tocarlos: el 19 de diciembre. Los besó en febrero, aunque no los pezones, que rozó con los labios una vez, en mayo."Pues eso, no sé si estaré en lo cierto o no, pero a mi me ha ayudado a entender un libro que estaba a punto de dejar abandonado en un estante de la biblioteca.
VALORACIÓN: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
NOTA: nuestra próxima aventura literaria en el Club de Lectura de la Biblioteca de Andosilla será: El Informe de Brodeck de Philippe Claudel. ¿Te animas a comentarlo con nosotros? Si es que sí, te lo ponemos fácil:
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Hola guapetón!!!. De McEwan me quedo con "Primer amor,últimos ritos", de los relatos que lo componen con "Conversaciones con un hombre armario". A "Chesil beach" no lo he catado...aún... .
ResponderEliminar"El informe Brodeck", te va encantar. La temática la tenemos encima de la mesa. La manipulación de la "información". Eso sí, sin nombres ni localización real, para que no "rastreen" los "rastreros"...estooo, PERDÓN..."rastreadores" quise decir...uuppss...Soy una despistada!!!.
Un beso Iñakillo.
Muchísimas gracias, Angela, ya me comento Rafa que eras una experta literaria, jajaja... Me alegra mucho que te hayas unido al grupo de facebook.
ResponderEliminarHola Iñaki, para ser un libro que no gustó mucho, lo que dio de sí y es que hablando de sexo la gente no se corta. Veremos el siguiente, me dejais sola para hacer la selección...
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