Pepito piscinas.

Ay, ay, ay... los que tenemos hijos en edades tempranas me entenderán. El maño con su taliban y la princesa, el enfermero9 y la enfermera6 con sus rickyrubio and compañía, etc., etc.

Yo sin ir más lejos, y tras una semana de lumbagos y demás dolores, ha tocado fin de semana de piscina, los primeros días, que con estos chubascos y tormentas de verano, y esta primavera tan tontaina que hemos tenido, pues cómo que tampoco hemos tenido más oportunidades.

Y ahí estaba mi peque Sergio, con 4 años, que después de pasarse todo el invierno yendo a natación, estaba deseoso de demostrar todo lo que había aprendido durante el año... y quién lo ha visto y quién lo ve! Si el año pasado no quería ver la piscina grande ni en pintura, este fin de semana no hemos salido de ella... que si ahora de bomba, que si ahora con manguitos, que si ahora me los quito, que una carrera hasta la escalera... vamos que si agotador es leerlo, imagínate vivirlo!

Pero todos más contentos que un ocho, y la mamá y la inFanta de Naranja, Sofía, en la sombrica, que con 4 meses es dónde mejor se está.

Y con todo esto vivido y contado, va y me encuentro hoy semejante mensaje alarmista en la prensa: PISCINAS, FUENTES DE PIOJOS Y HONGOS. Madre mía, será para tanto o será el típico-barra-tópico artículo estival que sacan por estas fechas todos los años del archivo, electrónico en este caso, y así no hay que limpiar polvos, por las alergias, digo... y ser todavía más alarmista!

Y sigo leyendo, por enterarme como padre de lo que me toca, y nos explican que "con el calor llegan las largas horas de piscina y los campamentos. En estos dos lugares, los niños, además de compartir juegos, comparten en ocasiones gorros de baño, toallas, gorras, gomas de pelo, calzado, etc... Son prácticas que se deben evitar si se quiere prevenir el contagio de piojos y de hongos".


Pues bien, ya me quedo más tranquilo... porque los míos no van a ir de campamento, ni van a compartir toallas, ni gorros de baño, ni gomas de pelo, ni nada de nada... que el bicho lleva todo de marca, y cualquiera se lo quita... y con marca, no me refiero a estas caras-barra-carísimas sino que me refiero a la famosísima marca SPIDERMAN: el bañador de Spiderman, el de respuesto también, las chancletas de Spiderman, la toalla de Spiderman, los manguitos de Spiderman, vamos... que lo tiene claro, y que, como decía aquella señora en el famoso anuncio aquel de no-sé-qué detergente: QUE NO, QUE NO CAMBIO!

Reflexión de verano: ¿es necesario ser tan alarmista con los títulos de los artículos para conseguir lectores? Ni soy periodista, ni quiero serlo... yo prefiero jugar con el doble sentido y ciertas dosis de humor en los títulos de mis entradas, a veces lo consigo, a veces no... pero que le vamos a hacer, soy economista, lo mío son los números, no las letras.

En fin, un temita fresquito de verano para tranquilizar a padres-barra-madres que se hayan impactado como yo de semejante alarmismo escrito:



NOTA: En la foto, un servidor en el centro, a la izquierda mi Spiderman y a la derecha una sobrina.